El uso de fuentes no convencionales de energía en las empresas colombianas va en aumento. Los incentivos tributarios que esto conlleva han sido los mayores motivantes.
Alrededor del mundo son numerosos los ejemplos en los que compañías, de distintos sectores, han encontrado una manera de mejorar su eficiencia, ahorrar algo de dinero y dar una mejor cara hacia sus consumidores a través del uso de fuentes no convencionales de energía. La petrolera Shell, el gigante tecnológico Google o la mayorista Amazon, son solo algunos de los ejemplos en los que grandes empresas han apostado por paneles solares, biomasa y otras alternativas para abastecer su cadena de producción en materia energética.
En Colombia, estas nuevas tecnologías no se usan masivamente, pero ya varias empresas han emprendido acciones que permiten que parte de su operación este soportada en el uso de energías alternativas. La ley 1715 de 2014 que otorga incentivos tributarios ha sido el principal motivante para que las empresas vean este cambio como un desarrollo natural de sus negocios, generen su propia energía e incluso puedan comercializar sus excedentes.
Recientemente el exministro de Minas y Energía Amylkar Acosta escribió, en su columna semanal en el portal KienyKe, que el sistema eléctrico colombiano depende en más del 70% de la generación hídrica y la industria depende en un 80% de las energías de origen fósil. Según Acosta la dependencia de la generación hídrica, si bien es una fortaleza también, “se ha convertido en un talón de Aquiles debido al cambio climático”.
Ante este panorama y antes las oportunidades de la ley colombiana son varias las empresas que han decidido invertir en la producción de su propia energía y adelantarse a la transformación que viene en los próximos años.
Postobón y la energía fotovoltaica
Celsia y Postobón sellaron una alianza a 10 años que permitirá entregar energía a la planta de producción de Postobón Yumbo. La granja solar Celsia Solar Yumbo proveerá el 40% de la demanda eléctrica de la planta que equivale a 6 Megavatios (MW) de los 9,8 MWp que tiene de capacidad instalada. Los excedentes serán entregados al Sistema Interconectado Nacional (SIN).
Asimismo, para descartar cualquier duda en la confiabilidad, Celsia estructuró una línea de conexión a 34,5 Kilovoltios (KV). “Esta conexión con la Granja Solar Celsia, nos posiciona como el primer negocio industrial en Colombia con esta magnitud de provisión de energía solar y lo hacemos porque tenemos un gran compromiso con la sostenibilidad que nos permite alinearnos a tendencias globales orientadas por alternativas de producción sostenibles”, aseguró Miguel Fernando Escobar, presidente de Postobón, durante la apertura de la línea de conexión.
Huevos Kikes y la energía de la gallinaza
En abril del año pasado la empresa avícola inauguró una planta que genera energía a través de la cofermentación de los excrementos de la gallina y el agua usada en los procesos productivos. Con esta iniciativa se espera contar con 4,4 MW en dos de sus granjas. En la granja Egipto en Caloto, Cauca, se instalaron tres unidades de generación, dos de 0,8 MW y una de 1 MW, para un total de 2,6 MW. Asimismo, en la granja Las Palmas, también en Caloto, hay dos unidades generadoras, una de 1 MW y una de 0,8 MW. Al igual que el caso de Postobón, los excedentes irán al SIN.
Odinsa y el aeropuerto solar
En los próximos meses el aeropuerto El Dorado tendrá 10.369 paneles solares, que generarán 3.800.000 Kilovatios hora (kWh) al año, para suplir el 12% del consumo energético de la terminal aérea. Celsia está encargada del proyecto y sumado a la producción de energía, se dejarán de emitir 1.375 toneladas de CO2 y será más eficiente el su consumo energético en todo el aeropuerto.
Otros proyectos destacados
Los supermercados Éxito y Olímpica tienen dos plantas solares en Barranquilla que tienen una capacidad de 507 y 369 KWp al año respectivamente. Mientras que la empresa de confites Italo, en su planta de producción en Bogotá, cuenta con 1.080 paneles solares que generan 490.000 kWh anuales.
