Conseguir agua con tan solo abrir un grifo o vencer la oscuridad pulsando un interruptor son acciones rutinarias para la mayoría de los colombianos. Sin embargo, para muchos todavía se trata de algo lejano y desconocido. Se calcula que al menos el 10% de los habitantes de este país no tiene acceso a agua potable ni a energía constante. Eso significa que cada día miles de personas deben sortear obstáculos como caminar varios kilómetros bajo un sol ardiente para encontrar un poco de líquido o depender de la luz de las velas para poder estudiar.

Esta anacrónica situación está cambiando gracias al Programa de Energía Limpia para Colombia de USAID. Durante los últimos cinco años, esta iniciativa ha llevado diferentes soluciones tecnológicas para «conectar» a las zonas aisladas del país. La Guajira es el comienzo de un maravilloso recorrido por cuatro experiencias de éxito que demuestran que las energías alternativas son una buena opción para cambiarles la vida a miles de personas. Albert Einstein dijo alguna vez que «hay una fuerza motriz más poderosa que el vapor, la electricidad y la energía atómica: la voluntad».

La media y la alta Guajira son un agreste ecosistema desértico en el que abunda el sol pero escasea el agua. Está habitado principalmente por comunidades indígenas Wayúu, quienes tienen que hacer bastantes peripecias para robarle un poco de líquido al subsuelo. No obstante, con la ayuda de dos tecnologías sencillas, algunas de ellas le están haciendo el quite a la sed.

EL RETO DE SACIAR LA SED EN LA GUAJIRA
Este año La Guajira ha ocupado los titulares de prensa por hechos negativos. Sin desconocer la dimensión de la problemática que ocurre en el departamento, esta vez vale la pena resaltar un proyecto que sin duda está mejorando la vida de sus habitantes. En esta zona semi desértica del país, el recurso natural más abundante se ha convertido en el medio preferido para obtener el bien más escaso. Una inciativa que también contó con el apoyo de la Fundación Cerrejón Guajira Indígena.

SOL QUE REFRESCA
Los sistemas fotovoltaicos convirtieron pozos centenarios que se creían secos en fuentes inagotables de agua para animales y humanos.

PEDALEAR PARA VIVIR
Estas bicicletas no sirven para transportarse en medio del desierto. Son la herramienta para bombear el agua para varias comunidades indígenas de
La Guajira.

Tomado de Semana Sostenible