Todo un ícono de la arquitectura sostenible, “La casa Uruguaya” es un prototipo de vivienda sustentable
La idea partió de la necesidad de luchar contra la desigualdad garantizando el acceso completo de los barrios populares y marginales a los servicios públicos y al transporte. Así fue como el equipo, conformado por expertos y jóvenes interesados en la arquitectura bioclimática y la construcción, diseñó una casa que mejora la calidad de vida y hace más sostenible las ciudades, sin aumentar el presupuesto que invierte Uruguay en vivienda social.
“El principal objetivo del diseño urbanístico es fomentar al usuario estar al aire libre”, dice José Franco, quien investigó a fondo las características de la casa. El proyecto se adapta a varios entornos climáticos ya que cuenta con una “segunda piel”, una especie de membrana delgada que la aísla térmicamente del medio externo.
Ese “cascarón” también permite que la casa sea más resistente contra rayos UV, lluvias, heladas y ventarrones que pueden desgastar una vivienda tradicional a medida que pasa el tiempo. Con el mantenimiento adecuado, la casa puede llegar a durar hasta cien años.
Al implementar paneles solares fotovoltaicos, electrodomésticos eficientes e incorporar estrategias de iluminación y ventilación natural la casa reduce en gran medida el consumo de energía y los gastos asociados al mismo. La casa incorpora 10 paneles solares, cada uno con capacidad de producir 250W, para un total de 2500w ó 2.5kw/h en un día soleado.
Características de La Casa Uruguaya
Reciclaje de agua lluvia
Eficiencia funcional
Ahorro de espacio
Ahorro de energía lumínica
Ahorro de energía térmica
La casa se construye con paneles de madera certificada con el sello de sustentabilidad FSC. Ya que implica un impacto moderado en el ambiente, maleabilidad y capacidad de renovarse, la madera se consideró el material más eficiente para construir la casa. Además, hace que la instalación no sea demorada: está diseñada para que quede armada y funcional en 15 días hábiles, si el clima favorece las labores. El costo del montaje se estima en $15.000 dólares, unos 45 millones de pesos colombianos.
Uno de sus rasgos más innovadores es el de la comunicación estable entre el habitante y la vivienda. La casa, por medio de un sistema de notificaciones, le hace saber a quien la habita todo lo que concierne al consumo de electricidad, gas y agua, y le sugiere acciones para equilibrar dicho consumo si se ha disparado.
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La Casa Uruguaya recibió el premio Solar Decathlon América Latina y Caribe 2015, que reconoce las propuestas más innovadoras en arquitectura sostenible y bioclimática, un concepto que, a pesar de tener más de veinte años, hasta ahora se empieza a difundir. Además, este año fue una de la estrellas – totalmente armada y funcional – de la feria ExpoSolar Colombia 2018.
Es Energía Limpia para vivir mejor.