La reducción será del 37,5% respecto a las emisiones que se registren en 2021. Por una parte, los fabricantes de autos consideran excesiva la medida, mientras que los ecologistas la celebran con cautela.
La semana pasada el Parlamento Europeo, la Comisión Europea y el Consejo Europeo, en una decisión sin precedentes, acordaron una serie de medidas encaminadas a reducir las emisiones de dióxido de carbono (CO2) en el territorio perteneciente a la Unión Europea.
El acuerdo tiene una progresión significativa en un lapso de 5 años ya que los automóviles regulares y las furgonetas salidos de las fabricas deberán reducir en un 15% las emisiones en 2025, mientras que para el 2030 el recorte deberá ser del 37,5% para los automóviles y del 31% en el caso de las furgonetas.
“Europa muestra una vez más cómo pasar a la acción y cumplir con el Acuerdo de París y los compromisos de la Cumbre del Clima”, afirmó Miguel Arias Cañete, comisario de Acción por el Clima y Energía de la mancomunidad.
Por su parte, los fabricantes de automóviles aseguraron que los objetivos son “totalmente irreales”. Para ACEA (la asociación de constructores europeos del automóvil) la medida afectará a toda la cadena de valor del automóvil, pero señalan que gran parte del cambio recaerá en el consumidor que deberá tener una mayor afinidad hacia los automóviles eléctricos e híbridos.
A su vez, la federación de organizaciones ecologistas Transport & Environment (T&E) aseguró que el anuncio “es un progreso, pero no es suficiente” ya que la disminución pactada poco contribuirá para el cumplimiento de los objetivos contemplados en el Acuerdo de París, que buscan restringir el calentamiento del planeta por debajo de los dos grados centígrados.