La carrera presidencial 2018 ha inspirado propuestas de todos los candidatos en materia energética. El proyecto adjudicado a la Empresa de Energía de Bogotá para transportar la energía solar y eólica generada en La Guajira al Sistema Interconectado Nacional (SIN) es prueba de que hay un cambio paradigmático.
Así lo demuestran también los cambios en la regulación para favorecer la contratación a largo plazo de energía renovable no convencional, que de ahora en adelante será cada vez más cotidiana. En el futuro que se está abriendo para el país, cualquier usuario podrá generar energía desde su casa y vendérsela a la red.
Todo está cambiando. Aunque en Colombia el 70% de la energía –aproximadamente– se produce a partir hidroeléctricas, lo cierto es que en el país todavía ronda ‘el fantasma del apagón de 1992’. En 2016 debido al fenómeno del niño, se vio caer el nivel de los embalses dramáticamente y el propio presidente tuvo que liderar una campaña de ahorro para evitar los racionamientos.
Ningún candidato quiere enfrentarse a un escenario similar. Por eso se tienen propuestas enmarcadas en los compromisos de sostenibilidad y mitigación del cambio climático. Además, Colombia aún tiene el reto de llevarle energía a cerca de dos millones de ciudadanos que viven en las Zonas No Interconectadas.
Adicional a mejorar las condiciones de vida de las personas que viven en áreas rurales y aumentar la competitividad, diversificar la matriz energética reducirá costos asociados a enfermedades respiratorias en las ciudades, que según el Departamento Nacional de Planeación en 2015 fueron cercanos a $15,4 billones.
Energía Limpia hace la segunda entrega de su Especial de Propuestas Energéticas en la carrera presidencial para ayudar a difundir la información, con el convencimiento de que el mejor voto es el voto informado.
Iván Duque
En el discurso de Duque es común que se junten las ideas sobre la protección del medio ambiente con la incorporación de energías renovables en la matriz energética. Lo sintetiza en una premisa que suele repetir: “producir conservando y conservar produciendo”. En esa ecuación, las renovables tendrían un rol importante.
Las proyecciones indican que la demanda energética va a crecer al doble en las próximas dos décadas. El país tiene que prepararse para eso y no puede contar únicamente con su sistema basado en hidroeléctricas y térmicas de gas y carbón.
En un foro que se realizó en la Universidad de los Andes Duque explicó que de 16 mil megas instaladas en Colombia, solo 60 corresponden a proyectos renovables, menos del 1%. El promedio en Asia, el continente líder en generación de energía limpia, es de 38,4%, según las cifras que presenta el especial de “Energías” de la revista Semana.
La meta de Duque es tener un piso mínimo de 300 MW instalados y poder aspirar a 1.500 MW en el mediano plazo. Para que eso sea realidad, habría que adaptar la regulación existente, que según el candidato no favorece la entrada de las renovables.
“El cargo por confiabilidad no reconoce el tipo de tecnología que entra a proveer energía; no reconoce los costos de cada tipo de energía; y además el mercado premia a los que están adentro en una subasta, obstruyendo la llegada de nueva competencia”.
El Decreto 570 de 2018 del Ministerio de Minas y Energía apunta en la dirección correcta al permitir que se contraten proyectos de generación eléctrica de fuentes como la fotovoltaica y la eólica a largo plazo, elevando así la confianza de los inversionistas y mejorando las condiciones financieras para este tipo de proyectos. Pero haría falta ajustar más la normatividad, lo cual sería la propuesta de Duque.
Las propuestas
Con respecto a las ciudades, Duque ha repetido que su meta es transformar el parque automotor para que haya más carros eléctricos privados y públicos, con la meta de que en 2040 esté dominado por vehículos de este tipo.
En el sector empresarial ve una gran aliado para transformar el mercado energético. Dice que las empresas deben fomentar la autogeneración y venderle su excedente de energía a la red, que es a lo que también le apunta el mecionado Decreto 570 de 2018.
La eficiencia energética es un tema central que apenas está despegando. Significa tomar medidas para reducir el consumo por la vía de los hábitos y las tecnologías más eficientes. En este sentido Duque manifiesta que “hay que tener una política clara”, es decir, hacer un esfuerzo para que el país –los grandes consumidores y los usuarios residenciales– consuman de forma eficiente.
El candidato del Centro Democrático ha criticado a los actores energéticos de la costa, donde la situación está en crisis por la mala prestación del servicio y la falta de inversiones. Ha propuesto que aterrizen en la costa “los operadores de buena calidad del país, que son públicos, como lo es Empresas Públicas de Medellín” para solucionar la crisis a mediano y largo plazo.
Lo que Duque propone es una transformación liviana, sin dejar de lado la explotación petrolera y la minería responsable, que garantice la seguridad energética del país y apoye el desarrollo social y económico.
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