Energía Limpia hace la tercera entrega de su Especial de Propuestas Energéticas en la carrera presidencial para ayudar a difundir la información, con el convencimiento de que el mejor voto es el voto informado.

Sergio Fajardo

El exalcalde de Medellín y exgobernador de Antioquia buscaría cambios estructurales en la economía del país. La “transición socialmente justa para la salida definitiva del carbón” que propone a 2050 está en la línea de De la Calle y de Petro pero más lejos de Duque y Vargas Lleras.

Ese nuevo paradigma reemplazaría el actual, donde el carbón es una de las principales exportaciones y uno de los mayores generadores de riqueza. La transición sería paulatina y su gobierno brindaría apoyo al sector minero para diversificar su economía.

Además, su visión incluye identificar oportunidades económicas para las regiones y promover que las inversiones en los territorios afectados por el conflicto prioricen proyectos de generación eléctrica a partir de fuentes renovables.

Son siete ‘proyectos estratégicos’ los que Fajardo propone para cambiarle llantas a la economía. Entre ellos, las energías renovables. Estas grandes inversiones se encargarían de inyectarle crecimiento y empleo a la economía actual, con un enfoque integral que busca articular la educación, la ciencia, la tecnología, la innovación, el emprendimiento y la cultura.

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Fajardo tiene una visión donde la producción va acorde a la vocación de los territorios y las regiones. Esto querría decir, en términos energéticos, que los proyectos eólicos y solares se expandirían por el Caribe, la Orinoquía y parte de la región Andina, claro, si se logra la financiación.

La etapa de financiar los proyectos es la más difícil. Lo que Fajardo propone es impulsar esos emprendimientos con diferentes modelos de negocio en torno a las renovables. Por ejemplo, le resulta atractiva la apuesta de generación a pequeña escala para sistemas de distribución local y zonas no interconectadas. Y para inyectarle energía a la red vendrían proyectos de mayor envergadura.

Los siete proyectos estratégicos también deberán requerir un componente importante de formación de capital humano. Nuevamente, en términos energéticos, esto se traduce en programas de formación de técnicos que lleven a cabo las labores de instalación y mantenimiento de equipos de fuentes no convencionales de energía renovable (FNCER).

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Antes de llegar allá, primero quiere lograr el 100% de cobertura eléctrica en zonas rurales por medio de energía limpia, completando el acceso de más de 400.000 usuarios que hoy en día no cuentan con este servicio.

Cómo lo va a hacer

Fajardo establecería una “política y/o meta clara en capacidad instalada de fuentes renovables (MW), ya sea en % de la matriz energética o en valor absoluto”. De este modo, dice, se alinearían las entidades del Estado que participan en la generación y distribución de energía para lograr un fin compartido.

En segundo lugar, propone un paquete robusto de incentivos para la movilidad eléctrica de pasajeros y de carga, así como impulsar la inversión pública nacional y sub-nacional en infraestructura para la electrificación.

También haría campañas desde su gobierno para promover que los particulares usen las energías renovables y fomentaría la comercialización de paneles solares, molinos de viento, vehículos eléctricos, entre otros, con incentivos económicos y tributarios. Desde el gobierno haría uso de estas fuentes, por ejemplo en el alumbrado público.

Reformar la normatividad

 En primer lugar, eliminaría las limitaciones regulatorias existentes al uso de FNCER. Fajardo, al igual que Duque, insiste en que la infraestructura energética hay que impulsarla con una regulación moderna que permita superar los actuales cuellos de botella. También es enfático en reforzar técnicamente la CREG, que para él se ha quedado atrás frente a los desarrollos del sector.

Por último, entraría a revisar el modelo de cargo por confiabilidad que está en la Ley 1715, reglamentándola para profundizar en los incentivos a la instalación de plantas solares y eólicas.

Lo que el candidato de la Coalición Colombia ha dejado claro en su plan de gobierno es que quiere “aumentar la resiliencia del sistema (energético) con la penetración de energías renovables no convencionales, dejando trazado el camino para que en 2050 Colombia tenga capacidad instalada para generar el 100% de su energía eléctrica a partir de ellas y a un precio competitivo”.