“As the saying goes, the Stone Age did not end because we ran out of stones; we transitioned to better solutions. The same opportunity lies before us with energy efficiency and clean energy.” Steven Chu
Una nota es una manera de comunicarse, ojalá en forma certera y directa. Es una abreviación de noticia. También, coloquialmente en Colombia, decir que algo es “una nota” sirve para indicar que es positivo, interesante, “chévere”. Todas estas connotaciones son oportunas en esta nota en particular: la energía limpia es interesante, positiva, es noticia, es “chévere” y es de suma importancia para nuestro presente y futuro en este planeta.
Steven Chu, quien se encarga de la cita que abre esta entrada, lo tiene claro: no es que los combustibles fósiles, por ejemplo, sean malos de por sí, ni que encarnen al demonio, ¡No!; lo que pasa es que ahora sabemos que hay mejores formas de generar energía, y, sobre todo, de ser eficientes, provenga de donde provenga dicha energía. Los únicos enemigos aquí son los fundamentalismos y maniqueísmos: este cuento de la transición energética no es blanco contra negro; más bien ha de escribirse en policromía.
Hace unos días el presidente Petro volvió a tocar el tema en una vitrina internacional. Propuso, altivamente, generar una alianza entre Europa y América Latina para fomentar la energía limpia. Lean acá el comunicado que preparó la Cancillería: Presidente Petro propone una alianza sostenible entre Europa y América Latina para energía limpia y economía descarbonizada.
En la práctica – desde diversos frentes tanto públicos, como privados y de orden solidario – esto está sucediendo hace años. Y, claro, como el discurso todo lo puede: la cooperación, y los esfuerzos conjuntos, en este campo en particular, tienen el potencial de mejorarse, afianzarse, crecer y consolidarse. Qué maravilla sería que en realidad se estableciera una Alianza (con Mayúscula), con el soporte de Estados, ONGs, y empresarios grandes, medianos y pequeños (que para ellos estuvo dirigido el discurso) para que la energía renovable y la eficiencia energética – cuya suma es lo que llamamos Energía Limpia – se establezcan como los pilares energéticos aquí y allá.
Sin escepticismos, ni posiciones ideológicas, también aseveramos que otro de nuestros enemigos son las palabras políticas vagas y aquellas que caen en el vacío. Nos gustan más las acciones. Se dice que el pez muere por la boca. Pues bien, más que soñar con que se cumplan todas aquellas propuestas (algunas francamente inviables y quiméricas) que ha pronunciado el jefe de Estado, lo que tenemos acá es una buena cuenta de cobro por facturar como ciudadanos. Sería lindo que, si lo dijeron, lo cumplan.
La política tampoco es el demonio, ni se trata de blanco y negro o del bien contra el mal. Eso sí: si lo anotan (de nota) queda para que le hagamos el respectivo seguimiento.
Lo mismo si las voces de quienes hablan son del sector privado. Al respecto, hoy salió un artículo en Bloomberg en el que Natalia Gutierrez, la presidente de la Asociación Colombiana de Generadores de Energía Eléctrica (ACOLGEN) presenta sus inquietudes sobre las políticas energéticas del gobierno colombiano. Accedan a la entrada aquí: Generadores de energía aún no saben para dónde va la transición energética de Petro. Otro punto de vista. Otras palabras. ¿Caerán en el vacío?
Este portal, Energía Limpia para Colombia, se alimenta de noticias energéticas. No toma partido, ni se guía por corrientes políticas o doctrinas. La única camiseta que se pone es la que le da su nombre, la de la Energía Limpia. Y, ¿cómo no?, señala a unos y a otros. Si dicen algo, que se pongan las pilas (recargables) para que la transición, que no tiene marcha atrás, se lleve a cabo en forma coherente, reflexiva, consecuente y, sobre todo, real. Y que todos pongan de su parte.
Lo bueno es que no depende sólo de los gobiernos, y de sus gobernantes, ni de las empresas exclusivamente; si así fuera, realmente creo que estaríamos perdidos; es asunto de todos.
Tampoco es para obsesionarnos, ni cambiar los hábitos radicalmente del día a la mañana, basta con preguntarnos qué vamos a hacer hoy para ser más eficientes, para ser más limpios. Yo, por mi parte, pedalearé:
¿y tú?