Entre 2004 y 2005 la inversión mundial en proyectos de energía renovable empezó a crecer notablemente. Entre esos dos años creció un sorprendente 55%. Y desde esa fecha hasta 2018, el planeta ha invertido $2.9 millones de billones de dólares en la transición energética.
Así lo demuestra el reporte ‘Global Trends in Renewable Energy Investment’ , elaborado por el programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, el Frankfurt School for Climate & Sustainable Energy Finance y el portal Bloomberg New Energy Finance.
Al día de hoy, el sector ha madurado y mecanismos como las subastas han demostrado que cada vez se depende menos de un gobierno para desarrollar proyectos de energía limpia. La tendencia en la inversión a lo largo de los años ha sido de alza pronunciada y el sector parece estar acomodándose para tomar un nuevo impulso de cara al 2020.
Entre 2008 y 2016 la inversión mundial superó los $200 mil millones de dólares anuales. El 2017 mantuvo esa tendencia al invertirse $279.8 mil millones, creciendo un 2% con respecto a 2016.
Una de las razones principales del incremento de inversión es la reducción de los costos de producción de energía a través de plantas solares y eólicas. Según el reporte, el costo de la electricidad fotovoltaica bajó a $86 usd por megavatio-hora, 15% menos que en 2016 y 72% menos que en 2009.
En efecto, el año pasado fue récord en instalación de proyectos solares. Se instalaron más granjas solares que plantas de carbón, gas y energía nuclear reunidas.
Las subastas, mecanismo ideal
Una vez más las subastas de energía renovable alrededor del mundo produjeron cifras récord que contribuyeron al bajo costo en las tarifas para los usuarios.
En los mercados públicos, según el WilderHill New Energy Global Innovation Index (NEX), el precio de las acciones subió un 28%. Sin embargo, la inversión de capital privado bajó 33% a $1.8 mil millones, la cifra más baja desde 2005. Esto podría indicar que el sector de la energía limpia ha madurado y está más dominado por actores industriales de talla grande y por inversionistas institucionales.
Resultados por países
La participación de fuentes renovables en el total de la electricidad generada en 2017 fue mayor que en 2016, ubicándose en 12.1% frente a 11% en 2016. En términos de reducción de gases de efecto invernadero, eso significa que se dejaron de emitir aproximadamente 1.8 gigatoneladas de CO2.
China es el líder indiscutible, con el 45% de las inversiones globales.
Emiratos Árabes, país rebosante de fuentes fósiles, sorprendió con un incremento en sus inversiones de 29 veces, mientras que Australia las aumentó en 147%.
Estados Unidos y Europa disminuyeron sus inversiones. En el primero, la actitud del presidente Trump frente al cambio climático ayudó a que se invirtieran solo $40.5 mil millones, 6% menos que en 2016.
En el viejo continente el decrecimiento de la inversión a $40.9 mil millones tuvo mucho que ver con la decisión del Reino Unido de abandonar los subsidios a la energía eólica continental y a la solar a pequeña escala. Esto llevó al país anglosajón a reducir sus inversiones en 65%.
Entre los países de América Latina México está brillando. Logró entrar al grupo del top-10 en inversiones en 2017 con $6 mil millones de dólares invertidos, un aumento de 810%.
Angus McCrone, editor jefe de Bloomberg New Energy Finance, explicó que los bajos costos de capital requerido por MW pueden hacer que disminuya la cantidad invertida. De igual manera, en los países que atraviesan cambios en las políticas de apoyo y cambios en la duración del financiamiento de grandes proyectos por lo general se disminuye la inversión.
Líderes e incertidumbre
Entre los hallazgos más importantes del reporte está el hecho de que la energía solar aportó 98GW al total de 157GW comisionados en 2017, más que la capacidad instalada de generación por medio de fuentes fósiles, que el año pasado llegó a 70GW.
Las economías en desarrollo (China, India y Brazil) aportaron $177 mil millones de dólares a las renovables el año pasado, un 20% más, mientras que los países desarrollados contribuyeron un 19% menos.
Aunque el panorama es bueno, hay incertidumbre debido a que las tasas de interés están al alza. Se empiezan a despedir las bajas tasas de los años pasados, que ayudaron a reducir los costos generales por MW y facilitaron la inversión.
En conclusión
Las estadísticas dan una señal clara de que el mundo está enfrentando el cambio climático y reduciendo emisiones de carbono. Pero el 2017 también fue el segundo año más caliente registrado y los niveles de CO2 siguen aumentando, por ende deben seguir creciendo este tipo de iniciativas.
Los actores privados con capacidad de inversión deben complementar el apoyo que han brindado muchos gobiernos para alentar la revolución global de la energía y volverse los jugadores más relevantes de este segmento de la economía.
“Esto muestra un destino, aunque el hecho que las renovables todavía están lejos de proveer la mayoría de electricidad significa que falta un camino largo por recorrer”, dijo Nils Stieglitz, Presidente del Frankfurt School of Finance & Management.
Artículo basado en el reporte `Global Trends in Renewable Energy Investment 2018’. Editores: Angus McCrone (Lead Author, Chief Editor), Ulf Moslener (Lead Editor) Francoise d’Estais Christine Grüning