La marca de vestidos de baño y ropa recreativa Folk Swim está próxima a lanzarse en Colombia.
A mediados del año pasado el proyecto de la diseñadora colombiana Carolina Rodríguez fue seleccionado para participar en una incubadora de emprendimiento en Madrid llamada Factoría Cultural.
Allí hizo realidad la idea de crear una marca de vestidos de baño sostenibles que aportaran a la conservación de especies en peligro de extinción como la tortuga carey, que inspira los diseños de la primera colección.
Dice Rodríguez: “En España me encontré con una industria de la moda floreciendo hacia la sostenibilidad, con instituciones e iniciativas creadas para desarrollar, certificar y regular una moda más responsable.”
E.L. ¿Qué resultó de haber pasado por esa incubadora de emprendimiento?
C.R. Tuve la oportunidad de enriquecer la marca con conocimiento, materiales innovadores y nuevas ideas que fortalecieron la intención y el propósito que ya tenía.
E.L. ¿Es el primer proyecto de este tipo en Colombia?
C.R. Folk Swim no es la primera marca de vestidos de baño hechos con materiales reciclados. Gracias a Dios porque eso demuestra que estamos avanzando.
E.L. ¿Por qué se inspiró en la tortuga carey?
C.R. Quería escoger una especie que se pudiera encontrar en Colombia y que se encuentre en peligro crítico de extinción, esto significa que su población en estado silvestre tiene un riesgo muy alto de extinción. De hecho, se estima que menos de 500 hembras reproductoras habitan la costa Pacífica desde México hasta Perú.
E. L. Lo sorprendente es que la carey al mismo tiempo es muy apetecida por la industria de la moda.
C.R. Es una especie difícil de proteger porque su desarrollo es muy lento, cambia de ecosistema en diferentes etapas de su vida, es de madurez tardía y tiene depredadores terrestres y acuáticos. Uno de ellos es el hombre, quien la comercializa por sus huevos, su carne y su caparazón.
Otra amenaza creada por el hombre son las bolsas de plástico en el océano, las tortugas las confunden por medusas y una vez las consumen es muy probable que mueran. La razón principal para escoger esta especie es que una de sus amenazas más graves es la industria de la moda, su caparazón ha sido explotado por mucho tiempo para la creación de artesanías, joyas y marcos de lentes.
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Quiero reflejar el impacto de la moda en el medio ambiente y esta especie lo representa muy bien. Pero no solo mostrar eso, sino aportar a su conservación, por eso un porcentaje de los ingresos se destina a fundaciones que trabajan para incrementar sus poblaciones.
E.L. ¿Qué tienen de diferente estas prendas?
C.R. La mayoría de los vestidos de baño se hacen con telas a base de poliamida o poliéster (ósea plástico) porque es una tela que tiene que secarse rápido, estirarse y adaptarse al cuerpo para poder moverse con libertad en el agua, sin deteriorarse rápido.
Entonces han surgido empresas que se dedican a recuperar plástico de botellas de agua y mallas de pescar que encuentran en estancamientos del océano. Luego crean fibras a partir de estos plásticos y los llevan a otras empresas que crean los textiles con esas fibras. Las telas que yo uso son a base de econyl y poliéster reciclado.
E.L. Ósea que ese plástico vuelve a tocar el mar, ya no como una botella o una red, sino como un vestido de baño
C.R. Exacto. Vuelve al mar de una manera más amigable, la mujer Folk representa poder, vida, creación, responsabilidad, protección y busca conectarse con la naturaleza. Se trata de darle la vuelta a la materia prima y sacarle el mayor provecho. Yo decidí usar esta fibra porque me permite estamparla con mis diseños inspirados en las especies y porque está directamente relacionada con el producto. Mi audiencia disfruta del océano y respeta el medio ambiente, por lo cuál tendrá intereses parecidos a los míos y querrá aportar un granito de arena.
E.L. ¿De dónde viene el nombre Folk Swim?
El nombre nace de la palabra folclór, en inglés, folklore. Es un tributo a la conexión de una cultura con la Tierra. Es una marca dirigida a mujeres que les gusta la aventura y disfrutan de la naturaleza. Las prendas están diseñadas para ofrecer comodidad y soporte en movimiento libre entonces no uso broches ni piezas metálicas. La idea es darle larga vida al producto entonces se pueden usar para hacer deporte, para el agua, o hasta para salir a bailar.
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