La energía geotérmica es una fuente de energía renovable que aprovecha las fuentes geológicas de calor para producir electricidad o emplearse directamente en sistemas de calefacción o refrigeración.
En el interior del planeta, el núcleo es una fuente de energía que irradia calor desde el interior hacia el exterior, causando que a medida que vayamos más profundo en la tierra la temperatura irá aumentando en una progresión de 2 a 4 °C de temperatura por cada 100 metros.
La geotermia comprende el calor almacenado en rocas, suelos y aguas subterráneas, cualquiera que sea su temperatura, profundidad y procedencia. Se manifiesta naturalmente en forma de géiseres, aguas termales o volcanes.
Las zonas donde se obtiene y explota este recurso energético se denominan yacimientos geotérmicos, zonas de la corteza terrestre donde hay materiales permeables que retienen el agua y le transmiten su calor. En función de la temperatura del fluido geotermal (comúnmente agua con minerales) se pueden distinguir diferentes tipos de yacimientos.
- Yacimientos de alta temperatura: por encima de los 150 °C en forma de vapor. Se utilizan para generación de energía eléctrica.
- Yacimientos de roca seca: rocas impermeables a alta temperatura su fluido termal (agua en la mayoría de casos). Se explotan fracturándolos e inyectando agua para la obtención de vapor.
- Yacimientos de media temperatura: vapor entre 100 y 150°C. Se utilizan para generación de energía eléctrica y sistemas de calefacción (distritos térmicos, invernaderos, deshidratación, entre otros) o refrigeración (absorción).
- Yacimientos de baja temperatura: agua por debajo de los 100 °C. Se utilizan exclusivamente para aprovechamiento térmico (calefacción) y son la mayoría de yacimientos.
- Yacimientos de muy baja temperatura: menores a 30 °C. Se utilizan para calefacción doméstica.