“Si después de tanto andar, tanto andar,
estás en el mismo lugar;
¡Toma la ruta!”
Soda Stereo
Por: Juan Daniel Correa Salazar, director de www.energialimpia.co
Albert Einstein lo dijo: “si buscas resultados distintos no hagas siempre lo mismo”. Hoy decidí viajar en otra aerolínea, hospedarme en un lugar diferente, dormir en otro barrio de la ciudad. ¿Me irá mejor o peor? La respuesta no importa; tal vez la pregunta está mal formulada. Lo que vale es que cambié. Ahora conoceré más, podré comparar. Soy más feliz que ayer.
Farrokh Bulsara andaba por la vida sin rumbo tarareando melodías para sí mismo entre oficio y oficio, sobreviviendo a los inicios de los años 70 en Londres. Un buen día, gracias al destino y a su porfiado espíritu, tomó la decisión de transformarse; se convirtió en Freddy Mercury. Todos conocemos la historia: él la escribió. ¿Mejor o peor? De nuevo, no viene al caso. Cada uno – desde donde lo mire – que saque sus conclusiones.
Andre Agassi era uno de los tenistas más famosos. Siempre se distinguió por su pelo largo y sus pintas estrafalarias para la época. Por años ganó mucho dinero, sobre todo por cuestiones publicitarias, y se mantuvo en el Top 20 – logrando llegar al 5 o 6 en momentos estelares – por más de una década. Otro buen día, decidió cortarse el pelo de todo el cuerpo, vestirse de blanco (o negro), cambiar de entrenador, concentrarse y convertirse en el número 1 del mundo.
Según lo relata la propia leyenda del deporte, no fue ni fácil ni divertido. Llegó a aborrecerlo. ¿Se parece a Queen?: “But it’s been no bed of roses; No pleasure cruise; I consider it a challenge before the whole human race; And I ain’t gonna lose!!!”. ¿Perder? No es una opción.
Steve Jobs después de crear una de las empresas más increíbles de todos los tiempos, Apple, tuvo que “hacerse al costado”. Ha podido retirarse con muchos millones en el bolsillo y vivir una vida más que tranquila en algún lugar cualquiera o dándole la vuelta al planeta si hubiese querido. Ni lo pensó, por nada del mundo se daría por vencido. Además, se trató de un golpe duro. El tiempo – y él mismo mirando para atrás – se encargaría de sorprenderlo: “resultó ser que el que me echaran de Apple fue lo mejor que jamás me pudo haber pasado… había cambiado el peso del éxito por la ligereza de ser de nuevo un principiante, menos seguro de las cosas. Me liberó para entrar en uno de los periodos más creativos de mi vida. Durante los siguientes cinco años, creé una empresa llamada NeXT, otra llamada Pixar…” (Discurso de Stanford, 2005).
Nada más ni nada menos. Regresó a la firma de la manzana para tomarse el mundo, literalmente. Tiempo después, lastimosamente, no pudo ganarle la batalla a un cáncer que se lo llevó a las estrellas muy joven.
Soda Stéreo, lo pone así, en este lindo momento para la TV (a color), 1992:
Todos se atrevieron, lo intentaron y, ¿cómo no?, triunfaron. Nadie sabe, a ciencia cierta, si fueron felices o si más bien sus osadías les costaron caro, incluso llevándose consigo sus vidas por delante.
Así es este asunto de las decisiones. En este momento mi vuelo está atrasado – no tiene pinta de que saldrá pronto – y no sé qué me depare el destino en la ciudad que viviré con “nuevos sentidos”. De todos modos, ¡Tomaré la ruta!, ¿me arrepentiré? Ni idea. Lo que está claro es, como lo canta el maravilloso Cerati, que ¡Será diferente, DIFERENTE!
*También publicado en Pulzo.com